Hoy miércoles, día que lleva el nombre del dios Mercurio, tienes de tu parte al Arcano X- La Rueda de la Fortuna, y
te recuerda que, en un segundo, todo puede cambiar, porque tu vida al igual que La Tierra, los planetas, los satélites, las estrellas... está en continuo movimiento y transformación, este Arcano te anima a soltar lastre, preocupaciones y control para confiar en un orden perfecto, superior a todos nosotros.
Te propongo un ejercicio de visualización, para ayudarte a fluir y dejar marchar lo que ya no sirve.
Busca un sitio tranquilo al aire libre, puede ser un parque, una
terraza, o incluso en casa con una ventana abierta que de a la calle. Ponte
de pie, separa un poco las piernas y los brazos y siente cómo se llenan
tus pulmones. Coges aire y sueltas tensiones, no fuerces la
respiración, hazlo a tu ritmo, suave inspiras y espiras...
Siente cómo te inunda la energía del universo, es una energía dorada que fluye por tu cuerpo, entra por tu cabeza, te llena de fuerza y sale por tus pies al corazón del planeta, te sientes como una partícula indivisible con el cielo y la tierra, separados pero juntos danzando el mismo baile, con un mismo corazón que marcha a la vez, bum, bum, bum, bum.
Estás en paz y armonía total y, en este estado de gracia, le pides a tu yo superior el mayor deseo de tu corazón, con la plena confianza de que tu pedido está en marcha y llegará a tu poder en breve.
Lleno de gratitud por haber sido escuchado, te despides y agradeces mentalmente todos los dones recibidos en tu vida, El Sol, el aire, los dones físicos y morales, la compañía de buenas personas, la familia, los amigos, los amores, los hijos...
Y cuando quieras vas regresando al aquí y ahora.
Siente cómo te inunda la energía del universo, es una energía dorada que fluye por tu cuerpo, entra por tu cabeza, te llena de fuerza y sale por tus pies al corazón del planeta, te sientes como una partícula indivisible con el cielo y la tierra, separados pero juntos danzando el mismo baile, con un mismo corazón que marcha a la vez, bum, bum, bum, bum.
Estás en paz y armonía total y, en este estado de gracia, le pides a tu yo superior el mayor deseo de tu corazón, con la plena confianza de que tu pedido está en marcha y llegará a tu poder en breve.
Lleno de gratitud por haber sido escuchado, te despides y agradeces mentalmente todos los dones recibidos en tu vida, El Sol, el aire, los dones físicos y morales, la compañía de buenas personas, la familia, los amigos, los amores, los hijos...
Y cuando quieras vas regresando al aquí y ahora.
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